8 de marzo de 2013 /
Hay una pista que siempre nos ayuda a la hora de
imaginar como será un futuro dispositivo, las fundas creadas por los
fabricantes. Aunque del Samsung Galaxy S IV se intuían algo las formas,
con predominancia de las líneas rectas, es ahora con estas presumibles
carcasas cuando parece confirmarse todo lo dicho hasta ahora. La vuelta a
un diseño menos imaginativo y más aburrido que el de su predecesor.
Aunque hoy ya hemos tratado distintas noticias relativas a la marca coreana Samsung, todavía faltaba alguna referencia al Samsung Galaxy S IV. En un blog sobre Android, Samsung es una marca tan odiada como amada a partes iguales, y eso hace que cualquier noticia que se produzca en torno a la misma corra como la pólvora.
Antes del lanzamiento de cualquier terminal surgen filtraciones que hablan de especificaciones y demás datos, pero respecto al aspecto físico este se suele guardar casi siempre bien en secreto hasta el final, a no ser que se pierda un prototipo en un bar. Una de las tradicionales pistas para conocer las líneas que va a implementar un fabricante, son las fundas que aparecen unos días antes, pues las empresas que las fabrican tienen acceso directo a información reservada para tener los accesorios y complementos a punto.
De esta manera se han podido ver en la red, presumibles carcasas para el Samsung Galaxy S IV, que nos llevarían a un rediseño del terminal, abandonando las líneas curvas y mostrando un teléfono más cuadrado, algo que ya adelantamos en su momento.
Otros detalle que se pueden sacar de estas fundas hablan de la toma para los auriculares, el popular jack de 3,5 que seguiría situado en la zona superior pero en la parte derecha mientras que la conexión Micro-USB aparece en la zona inferior central, como ha ocurrido hasta la fecha.
Las dimensiones nos indican que estamos ante una funda superior en tamaño a la del Samsung Galaxy S III, por lo que el tamaño de 5 pulgada cobra fuerza. En la parte trasera se mantiene la posición tanto del flash, la cámara, al igual que el altavoz, que incomprensiblemente ya a diferencia del HTC One, siguen manteniendo detrás. En los laterales se mantiene la misma distribución, sin la ansiada presencia de un botón dedicado a la cámara.
Como se puede apreciar, sin demasiadas novedades en el frente, los elementos siguen una línea continuista, aunque el diseño, si resulta ser el final, desde mi punto de vista, pierde bastante respecto al Samsung Galaxy que a día de hoy tenemos en nuestras manos.

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